top of page

Mi nueva visión de la vitamina D

  • Martha L Maldonado C
  • 13 abr 2017
  • 2 Min. de lectura

Últimamente he tenido un montón de información relacionada con la vitamina D. Antes, si bien sabía que era importante como cualquier otra vitamina y que tenía impacto en nuestros huesos, no tenía claro los riesgos de no tenerla en las cantidades adecuadas.

Empezaré por decirles que esta vitamina, junto con la vitamina B12 y acido fólico, son de las pocas que nuestro cuerpo genera (las otras debemos de consumirlas a partir de los alimentos). En particular la vitamina D, es una hormona esteroide que se obtiene principalmente de la exposición al sol. Afortunadamente para los que vivimos en la CDMX, la oportunidad de tomar el sol es mucha, pero desafortunadamente el poco tiempo disponible durante el día para paseos diarios, los protectores solares (miedo a la exposición directa al sol) y la poca información al respecto, hacen que no pongamos mucha atención al tema; al menos, ese era mi caso.

Así que para resumir y entender su importancia debemos decir que los riesgos de la deficiencia de vitamina D son diabetes, asma, depresión, enfermedades cardiacas, esclerosis múltiple e hipertensión; también se habla de incidencia de varios tipos de cáncer. Y para verlo desde el lado positivo, los beneficios de mantener nuestros niveles óptimos de esta vitamina son: el control del azúcar en la sangre, salud dental, de huesos y cardiovascular, menos incremento de peso y mejor función inmune, ya que regula la manifestación de los genes que predisponen al sistema inmunitario para atacar y destruir las bacterias y los virus.

Riesgos de deficiencia y beneficios de la vitamina D

Pero ¿cómo saber cuál es el nivel adecuado y cómo obtenerlo? El Dr. Michael Holick, uno de los investigadores que han ayudado a determinar la gigantesca importancia de la vitamina D, dice que, con base en la evaluación realizada a las poblaciones saludables que obtienen suficiente exposición natural al sol, el rango óptimo para la salud general parece encontrarse entre los 50 y 70 ng/ml. Para el tratamiento de las enfermedades crónicas, como el cáncer, se recomienda un poco más de eso.

El Dr. Mercola (que he citado ya antes) asegura que la mejor forma de conseguir la dosis diaria de vitamina D es la exposición directa al sol (brazos, piernas, abdomen y espalda, dos o tres veces a la semana durante la mitad del tiempo que requeriría para broncearse levemente). Pero si quieres hacerlo de manera segura utiliza la aplicación DMinder para tener una perfecta guía de cómo hacerlo, ya que se basa en las condiciones climáticas de donde te encuentras y otros parámetros individuales que afectan la producción de vitamina D, como el tono de la piel, el peso y la edad; informa cuánta radiación UV se recibe y cuántas unidades de vitamina D se producen. También informa cuándo retirarte del sol, para protegerse de las quemaduras. Incluso, te permite participar en un estudio mundial que dará información a las siguientes generaciones. En fin, es una maravilla.

dminder es una aplicación que te permite medir tu dosis de vitamina D

Hay mucho más que decir sobre el tema, por ejemplo sobre las terapias de luz y suplementos adecuados, que ya saben yo recomiendo los de Nikken, pero por ahora es suficiente. De verdad no pases por alto esta información, mide tu producción de vitamina D y si te falta, haz algo, es tan sencillo como salir a despejarte al sol. No me creas, prueba....

Comentarios


bottom of page