top of page

Nuevo Año, Nuevos Propósitos, pero ¿Durará?

  • Martha L Maldonado C
  • 9 ene 2018
  • 3 Min. de lectura

Antes que nada me gustaría desearles de corazón un nuevo año lleno de tranquilidad y contento. Parece poco ambicioso, pero para mí estar tranquila y sentirme agradecida y contenta con eso implica varias cosas: tener mis finanzas en orden, estar bien con Joel y mi familia, no aislarme de mis amigos (se me da), tener salud, paz mental y poder compartir con los demás lo que me funciona. Así que les deseo lo mismo. Y este post es precisamente para recordarme lo que tengo que hacer.

Estos días me he sentido con mucho ánimo y aunque aún tengo cosas por definir, me siento muy optimista de lo que viene; pero me recuerdo unas semanas atrás y este ímpetu no estaba presente, empecé a comer desordenado, mi práctica de Yoga era inconstante y así, las cosas que me hacen sentir y estar bien, simplemente no eran mi prioridad. Así que el Año Nuevo fue como una oportunidad de reajustarme.

He sabido de hace ya tiempo que la mejor forma para mí es ser constante, evitar periodos de mucho esfuerzo, seguidos de ninguno. Es decir, vivir en balance. Mi maestro dice que es como manejar un auto, mantenerte en tu carril sin irte demasiado a los extremos. Y ¿cuáles son esos extremos? Estar demasiado ocupados, en muchas cosas a la vez (ya sabes, mientras comes te llega un mensaje, lo contestas, pero te paras para darle lo que necesita, regresas, tu comida está fría, te la metes a la boca ya sin disfrutarla, etc. o duermes poco porque hay muchas cosas que atender), perdemos nuestra capacidad de concentrarnos en una cosa a la vez y hacerla significativa. Y si estás suficiente tiempo en ese extremo, terminas tan cansado que sólo necesitas apagarte y lo más fácil es sentarte a ver la televisión o estar horas en Facebook, comes de más o pierdes tu disciplina por complacencia a tus enormes esfuerzos. Y después, si eres como yo, tal vez sientas que no lo estás haciendo lo suficientemente bien y eso te quite más tu inspiración.

Así que hoy que me siento inspirada y balanceada, me propongo quedarme aquí y para eso es importante:

1. Hacer pausas en el día para ver cómo estoy (yo retomé hacer el Libro de las 6 veces, que ya les contaré después de qué se trata), tengo una aplicación (ATracker) que me ayuda a ver en qué está mi tiempo y puedo definir avisos para que mis sesiones de trabajo sean de una hora y media (las de Facebook de 5 minutos) y que pueda descansar entre ellas, ahora tratando de salir al aire libre (en busca de Vitamina D) y acumular algunos pasos a mi cuenta (quisiera caminar 10 mil pasos diarios).

2. Definir horas al día para contestar todos mis mensajes y correos. Yo controlarlos a ellos y no al revés. No contestar llamadas cuando estoy con alguien más, no importa cuanta confianza le tenga y poner toda mi atención en ella mientras estoy ahí. Estar enterada pero no inmersa en las noticias; para eso uso Telokwento que me ha resultado muy útil.

3. Tratar de no sobrecargar mi vida y hablo de cosas (ya les platiqué del éxito que tuve con La Magia del Orden) y de actividades (solo aceptar las que puedo hacer con tranquilidad y gusto).

Pero esta vez tendré cuidado de no quedarme en casa sin hacer nada, porque aburrirte es de las cosas más agotadoras que hay. Te da una sensación de falta de propósito, pospones las cosas importantes hasta volverlas urgentes y luego es tan difícil que mejor las ignoras. Así que hay que estar alertas, corrigiendo alegremente entre estos dos extremos.

Ayuda sentarse y hacer una lista de las cosas que realmente tienes que hacer en el día y tratar de asignarles un horario. Puedes encontrar a alguien que necesite lo mismo que tú y apoyarlo. Ya sabes: #HazPorOtrosLoQueQuierasParaTi.

Comments


bottom of page